La mayoría de los niños escuchan sonidos desde que nacen. Aprenden a hablar imitando los sonidos de su alrededor, las voces de sus padres y de las personas que los cuidan. Sin embargo, esto no ocurre con todos los niños.

A menudo, los niños que tienen una perdida de audición no adquieren el habla y el

lenguaje tan bien como los niños que pueden oír. Por esto, es importante

detectar la sordera o pérdida de audición lo más pronto posible.

La propuesta de nuestro club parte de la necesidad detectada en nuestra comunidad en referencia a la falta de un EQUIPO OTOEMISOR ACÚSTICO, estudio fundamental para detectar la hipoacusia en recién nacidos en el Hospital Malargüe. El estudio se realiza durante las primeras 48 horas de vida y posteriormente al mes de nacido. La falta de este instrumento genera una inequidad ante los recién nacidos y padres que no pueden acceder a este estudio por carencia de medios económicos para realizarlo en forma particular.

Con la adquisición de este equipo podremos ayudar aproximadamente a 500 recién nacidos por año en el Departamento.

Tu ayuda es muy importante para que juntos podamos contribuir al desarrollo integral de una niñez con igualdad de posibilidades.